El château de Cazenac se vestía de gala para celebrar la boda de esta pareja. El día amaneció con los amigos y familiares ultimando cada detalle, todos querían ser parte de un gran día y pusieron su cariño e ilusión en que fuera perfecto. No había nervios, tampoco horarios que seguir a rajatabla. Estaban todos los que tenían que estar, la ceremonia empezaría cuando estuviera lista.

Entre los invitados estaban Marge&Ashley, a los que casé unos años atrás, acompañados por su bebé que como nuevo integrante de la familia fue la sensación durante toda la semana que pasamos en el Valle del Dordoña.

Os dejo con la boda, dejaos llevar por la luz de un rincón del mundo muy especial y el amor incondicional de un grupo de gente que me tiene robado el corazón.