A mitad de camino entre Zaragoza y Barcelona, en un rincón escondido del Pirineo aragonés, Andrea y Chris encontraron el lugar perfecto para celebrar su boda: Morillo de Tou. No lo conocían hasta que apareció casi por casualidad, pero en cuanto lo vieron tuvieron claro que era el sitio ideal para montar una fiesta a su manera, sin normas, sin prisas y con toda la libertad del mundo. Un fin de semana completo rodeados de su gente, donde cada momento se vivió con calma y cada recuerdo se alargó un poco más.

Andrea tenía muy claro lo que quería. Desde hace años soñaba con organizar algo así, y cuando llegó el momento se convirtió en su propia wedding planner. Cada detalle respiraba su esencia: desde los centros de mesa hasta las invitaciones diseñadas por una amiga. Todo hablaba de ellos. Y se notó.

Retratar la boda de una pareja viajera como ellos me hacía especial ilusión, es de esas veces en que estás tan identificado con lo que te rodea que todo se vive y se siente a flor de piel.

Amor, risas, brindis, chupitos y un montón de anécdotas que aún hoy se recuerdan entre ellos. Más que una boda, fue un fin de semana completo de experiencias compartidas, donde todos sintieron que formaban parte de algo muy suyo, muy auténtico.

No os perdáis más abajo la narración que hacen los mismos novios de su gran día, merece la pena verlo a través de sus ojos.

Seguid sus aventuras en: Tomandounrespiro

Lugar de celebración: Morillo de Tou

Maquillaje&Peluquería: Sara Arasanz

Vestido: Ana Faustino Atelier

Traje de novio: Protocolo novios

Ramo: Muguet florista

Catering: Grupo MasFarré

Ilustradora: Ayla Madison

Videógrafo: Javier Vidal Bosque

Sonido: Vértigo Producciones

Grupo música: Old Shanela

Dj: Killed by G

Carpa: Top Tent

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¿Cómo fue la pedida?

Aunque la decisión de casarnos fue bastante cero romántica, en una conversación en un viaje por Portugal. Para Chris casarse no era un imprescindible en su vida.

Chris decidió darme el anillo, varios meses después, en un atardecer en la playa de nuestro pueblo Sant Salvador (El Vendrell), que es donde nos conocimos 11 años atrás.

¿Qué os hizo decidiros por un lugar tan particular para vuestra boda?

Pues al ser Andrea de Zaragoza y Chris de Barcelona, pensamos que lo justo era buscar un sitio más o menos entre medio y que todos pudiésemos alojarnos fácilmente en la zona.

Yo (Andrea) sabía de la existencia de un pueblo que se alquilaba para bodas en el Pirineo Aragonés, y buscando y buscando acabé encontrando otro, que no sabia de su existencia, Morillo, que aunque también celebra bodas, no es su principal función. 

Nos pareció un sitio super auténtico, sin ser el típico sitio de bodas y que nos iba a permitir hacer una boda como nosotros quisiésemos sin depender de exigencias. 

Y algo que nos refuerza el pensamiento, es el feedback que nos da la gente. Primero, lo bonito del lugar y luego aunque de primeras puede dar palo el pensar en una boda de fin de semana, luego la gente lo agradeció. He hizo que nuestra boda se recuerde no solo por un día de fiesta y borrachera, sino como una experiencia. La libertad de quedarte o marcharte cuando quisieras y tener tu privacidad, el no tener que desplazarte y poder disfrutar la máximo. El despertarte y desayunar todos juntos y recordar la noche de antes. El volver a ver a los novios y poder despedirte de ellos. Esto son algunos de los comentarios que la gente nos dio y creo que fue un super acierto hacer la boda así.

¿Quién os ayudó más a la hora de organizarlo todo? 

Alicia fue nuestra wedding planner por parte de Morillo y le estamos muy agradecidos por su trabajo. 

Pero en verdad la Wedding Planner fui yo misma jajajja Desde muy joven me ha encantado la organización de eventos de principio a fin, incluso en la carrera uno de mis proyectos fue montar una empresa de Wedding Planner. Además, siempre imagine casándome. En mi Pinterest llevaba años acumulando inspiración en mi carpeta "Wedding". Así, que durante el año y medio de preparación que tuvimos me dedique a buscar proveedores de todo tipo e ir organizando todo junto con la ayuda de Chris.

Si algo teníamos claro, es que esa boda era nuestra y se tenía que reflejar en cada detalle. La decoración, los centros de mesa, los regalos, todo lo hicimos nosotros. La invitación fue diseñada por una amiga, el Dj era amigo nuestro. Y me encantó, que la gente se diera cuenta y me dijese que bonito te ha quedado, sin dudarlo, porque entonces conseguí transmitir mi esencia.

¿Cuál fue el momento más memorable del día? 

Para Chris: Sin duda la fiesta, además el Dj era su mejor amigo, así que fue todo muy personal y divertido. El ambiente fue exactamente lo que habíamos planeado.

Para Andrea: Uno de mis momentos favoritos fue cuando bajé de mi habitación y vi a mi hermana, mis primas y mis mejores amigas esperándome abajo todas guapísimas de damas de honor y ver sus caras al verme. Y sin duda toda la ceremonia. El momento de entrar con mi padre y ver a todo el mundo allí, a mis damas a lo lejos y a Chris, de verdad que es un momento que me alegro tanto de haberlo vivido. Y esto es muy personal y respeto todo, pero una ceremonia civil sin duda es realmente una celebración de amor. Que se cuente tu historia con el cariño que lo hizo Toño, y que las personas mas importantes de tu vida expresen sus emociones sobre nosotros fue de verdad un regalo para siempre que nunca olvidaremos.

Creo de verdad que somos muy afortunados del entorno que tenemos y se demostró en la ceremonia.

¿Y el más divertido? 

En este coincidimos los dos. Para nosotros la comida fue la parte más divertida de la boda.

Normalmente, como invitados, siempre nos ha parecido que es la parte más aburrida por decirlo de algún modo y en algunas ocasiones hasta te da el bajón.

Así, que quisimos intentar poner mucha creatividad y esfuerzo en ese momento para evitarlo, no se si lo conseguimos, pero al menos nosotros nos lo pasamos muy bien.

La clave es dejar el tiempo exacto para que la gente se coma el plato y las esperas estén amenizadas sin descanso. Acabar la comida con un Bingo musical fue la guinda del pastel con el previo show de los chupitos para animar el cuerpo.

Andrea, háblanos de las sensaciones cuando viste finalmente a Chris.

Obviamente lo primero que pensé es en lo guapo que estaba y dentro de lo que es ponerse traje lo bien que había escogido todo porque era él totalmente. Y mientras caminaba hacia él me repetía en mi cabeza que no me podía creer que nuestra boda estuviese sucediendo.

Chris estaba pasándolo mal los días previos por los nervios del momento de la ceremonia, porque realmente es el momento de más exposición de los novios, así que después de darle el beso al llegar y sentarnos solo necesitaba preguntarle como se encontraba, y al verle la cara y decirme que todo bien y controlado, ya respiré, me relajé y empecé a disfrutar sin pensar en nada y tuve claro que el día iba a ser perfecto. De hecho, creo que a final fue más disfrutón del día él que yo jajajaj

Christian, ¿qué sentiste al ver a tu chica vestida de novia?

Fue un momento único que nunca olvidaré. Sabía que casarse era una de sus grandes ilusiones y, al verla tan guapa y con los ojos vidriosos de ilusión, sentí una felicidad inmensa por poder compartir ese momento y la vida con ella. Me cuesta emocionarme normalmente pero en ese momento inevitablemente se me saltaron las lagrimas.

¡Contadnos más sobre ese viaje tan épico que os regalásteis!

Dejarlo todo par viajar durante unos cuantos meses sin billete de vuelta era un sueño de Andrea que acabó convirtiéndose en un sueño para Chris y que mejor forma que hacerlo juntos. Antes de ni siquiera pensar en casarnos este plan ya se estaba ejecutando. Cuando decidimos ponerle fecha es cuando vimos que podríamos convertirlo en nuestra Luna de Miel.

¿Os sentís diferentes desde la boda? 

Si la pregunta es si el casarnos ha supuesto un cambio en nosotros la respuesta es NO. Nuestra relación sigue siendo igual, pero lo que si que nos ha regalado el casarnos es que cuando recordamos ese día, se nos ilumina la cara y los dos sentimos que fue uno de los mejores días de nuestra vida. Y lo que si que ha cambiado es que ese día se ha vuelto al menos en mi caso, en un lugar donde volver y llenarme de energía en días que puedes estar mas chof.

¿Qué es lo más sorprendente que visteis en las fotos y se os había olvidado por completo? 

Lo primero que pienso cuando vuelvo a ver las fotos es en lo bonito que fue el día en todos los sentidos. Realmente apreciar como quedó todo, la decoración, los espacios, lo bonito que era el sitio. Lo guapa que iba la gente. Y obviamente recordar todo lo que sucedió en cada instante, porque es muy heavy como te vuelves Dory el dia de tu boda. Hay tantas cosas que pasan que es imposible recordar todo. Y obviamente te pierdes mil cosas porque no puedes estar con todo el mundo.

¿Qué consejo daríais a los próximos? 

En este coincidimos los dos. Hay que pensar en todo momento en ese día como en un día 100% vuestro, intentad que ese día refleje vuestra esencia y lo que sois vosotros. Os van a proponer mil ideas, así que intentad hacerla vuestra.

Y sobre todo, disfrutad del proceso, porque pasa todo muy rápido. Todo acaba saliendo y mejor de lo esperado, así que evitad enfados y nervios excesivos.

Y compartid ese proceso con la gente mas cercana e importante, porque también son recuerdos preciosos. Hacer que mi madre, mi hermana, mi mejor amiga y mi suegra estuviesen en mi elección del vestido, compartiendo las ideas que tenia de la boda. Invitar a mis padres y mis suegros a visitar el sitio y ver sus caras, elegir con ellos los platos, fueron días muy chulos y que siempre recordamos.

Y por último, y no menos importante, saber muy bien donde invertir. Ojalá nos sobrase el dinero verdad, y poder poner todo lo que teníamos en la cabeza, pero no, en algunos momentos no tocó tomar decisiones y el tema de los detalles es muy jodido. Y dandole muchas vueltas, finalmente decidimos poner una ilustradora para el rato del aperitivo a un fotomatón o dar un regalo cualquiera. Como invitados que hemos sido, las fotos de las bodas las he acabado metiendo en un cajón o incluso tirado, igual pasa con muchos de los regalos, pero todas las ilustraciones a los invitados de nuestra boda están enmarcadas en sus casas. Y cada vez que vamos a casa de la familia y amigos y ves esa ilustración es tan guay la sensación que dices, jo que ilusión y que dinero mas bien invertido.

Simplemente, como consejo, pensar en algo que de verdad la gente le encuentre un sentido y ya veréis que guay cuando lo veáis en sus casas.

Y ya acabo con que no decidáis entre foto y vídeo. Esto creo que tiene que ser un COMBO siempre. El video te transmite la fuerza y la emoción real de ese día.

Las fotos te hacen vivir los detalles, paso a paso y con calma, y además pueden volver un rincón de tu hogar muy especial.

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